Desde que recuerdo, siempre quise estudiar Psicología.
La verdad que siempre lo tuve bastante claro.
Supongo que siempre me ha acompañado cuidar a los demás.
Lo que más disfruto del proceso terapéutico es poder acompañar a las personas durante todo el camino de autodescubrimiento, consciencia y de reparación.
Los verdaderos maestros son nuestros pacientes, de los cuales nos llevamos grandes aprendizajes de vida.